La gestión gubernamental de la crisis sanitaria asociada a la pandemia de COVID-19 no está siendo la más acertada, al menos en lo que respecta al sector del transporte de mercancías por carretera. Sin embargo, si hay un Ejecutivo que está haciendo las cosas especialmente mal ese es la Xunta de Galicia. Por este motivo, el Comité Gallego de Transporte han remitido una carta al presidente de Xunta en la que se solicita la prohibición de las tareas de carga y descarga para conductores, pero también que los chóferes puedan comer en las áreas de servicio.

La dureza de la pandemia de COVID-19 está azotando al sector del transporte de mercancías por carretera. La caída de la actividad, los vaivenes de la oferta y la demanda registrado en los últimos meses o la falta de liquidez son problemas a los que se suman los generados por los distintos Gobiernos nacionales y regionales con medidas que, en determinados casos, rozan lo absurdo. Especialmente preocupante está siendo la postura de la Xunta de Galicia ante un sector que se ha demostrado fundamental durante la fase más crítica de la pandemia.

Por esta razón, las organizaciones empresariales que están integradas en el Comité Gallego de Transportes han remitido una carta al presidente de la Xunta de Galicia con varias solicitudes con las que mejorar la actividad. En primer término y como medida fundamental, el Comité solicita a la Xunta que regule la prohibición de carga y descarga para los transportistas de mercancías en servicio público. Dada la situación sanitaria, esta medida es fundamental para evitar contagios y que los chóferes sean vectores de transmisión de la enfermedad.

A su vez, el Comité Gallego de Transporte solicita que se lleve a cabo la apertura inmediata de los establecimientos de hostelería de carretera para que los conductores tengan acceso a instalaciones de aseo, duchas y restauración. Esto significa que los chóferes tengan la opción de utilizar un servicio de comida para llevar y comer en las cabinas de sus camiones, pero que también puedan comer en el interior de los locales con la necesaria dignidad y cumpliendo con las medidas de seguridad sanitarias, previa identificación de su condición de conductor profesional.