El Servicio de Tránsito de Cataluña es el organismo encargado de gestionar el tráfico junto a los agentes de los Mossos d’Esquadra en las carreteras catalanas tras la transferencia que se llevó a cabo en 1997 de las competencias de tráfico del Gobierno central al Ejecutivo regional. Una situación que también se da en el País Vasco y desde hace algunos meses en Navarra, pero que en Cataluña está derivando en una actuación bastante perjudicial para los usuarios en general y para el transporte profesional de mercancías por carretera en particular.

En el supuesto interés por atajar el exceso de velocidad como principal factor de riesgo en los accidentes en carretera, el Servicio de Tránsito de Cataluña está incurriendo en un claro afán recaudatorio a tenor del despliegue de radares que hay por toda la región. Frente a los 2.500 radares de los que dispone la Dirección General de Tráfico (DGT) en todo el territorio nacional, el Servicio de Tránsito Catalán cuenta con 715 radares, lo que convierte a Cataluña en la Comunidad Autónoma con más radares de toda España.

Por si el dato no fuera lo suficientemente esclarecedor y rotundo, cabe recordar que los 2.500 radares de la DGT se encuentran en 145.000 kilómetros de carreteras bajo su tutela, mientras que los 715 radares catalanes se concentran en sólo 12.000 kilómetros. Esto implica que en las vías bajo jurisdicción de la DGT hay un radar cada aproximadamente 60 kilómetros, mientras que en Cataluña existe un radar cada poco más de 16. En provincias como Barcelona y Gerona la cifra se reduce a un radar por cada 10,7 kilómetros.

Con estos datos no es raro que el Servicio Catalán de Tráfico haya impuesto más de 30.000 sanciones por exceso de velocidad en la última campaña especial para atajar esta infracción que llevó a cabo en 2022, cuando la DGT promedia unas 42.000 multas en las campañas con un objetivo y duración similar. Los usuarios y el transporte profesional viven una presión en este aspecto que no es normal y que sólo se puede explicar desde el prisma recaudatorio.