La pandemia de COVID-19 cogió a la Unión Europea por sorpresa, al igual que a las autoridades de los distintos Estados miembro. Ante un escenario nuevo, imprevisto y de difícil resolución, los países tomaron medidas unilaterales de control de acceso y restricción a la circulación, generando un auténtico caos para el sector del transporte de mercancías por carretera ante la imposibilidad de cumplir con las medidas excepcionales impuestas por cada Gobierno. Por este motivo, la Unión Europea quiere coordinar las restricciones a la circulación en la segunda ola de la pandemia.

En este aspecto, una de las grandes premisas de la Unión Europea es conseguir una actuación coordinada entre todos los Estados miembro, permitiendo así un mejor control de la pandemia en su segunda ola. Además, las restricciones de circulación no afectarán a los servicios de transporte de mercancías por carretera con el fin de asegurar la cadena de suministro y el correcto abastecimiento de los distintos productos. Objetivo ambicioso el del Consejo de Ministros de la Unión Europea para evitar una regulación dispar entre cada uno de los países.

De esta forma, los ministros de la Unión Europea han acordado dar una respuesta coordinada a la segunda ola de la pandemia de COVID-19 y ajustar unas restricciones a la libre circulación comunes. Se buscará así que cualquier medida que restrinja la libre circulación en respuesta de la pandemia no sea discriminatoria y sea proporcionada a la situación sanitaria concreta del momento. Una de las primeras medidas en este aspecto será publicar cada semana un mapa con la incidencia de COVID-19 en cada país, desglosado en regiones, para así dibujar un escenario global.

Cada una de estas regiones de cada Estado miembro estará marcada por un código de color que va de del verde -situación menos grave- al rojo -más grave- según las tasas de incidencia de la enfermedad en cada zona. Si bien está por definir qué restricciones al tránsito se harán según la afección de cada región, sí que se han dibujado una serie de exenciones a las restricciones al tráfico o ante eventuales confinamientos para los trabajadores del transporte o proveedores de servicios de transporte, incluidos los conductores profesionales.