El ‘Brexit’, la pandemia de COVID-19, la guerra de Rusia y Ucrania, la inflación o el aumento del precio de materias primas, materiales y combustible sin control. Esto no es más que un listado rápido de los problemas a los que el transporte de mercancías por carretera se ha enfrentado en los dos últimos años. Entre medias, un Paquete de Movilidad que lejos está de aplicarse como debería y que ni siquiera ha sido transpuesto al ordenamiento jurídico de 22 de los 27 Estados miembro.

Con este escenario, parece casi anecdótico que 2022 haya servido para dejar atrás la pandemia de COVID-19 y la crisis que trajo consigo. Tras dos años marcados por la crisis sanitaria, parecía que el transporte de mercancías por carretera podía resurgir. Sin embargo, la incertidumbre sigue siendo la tónica habitual en la actividad, algo que por desgracia es algo permanente. Los costes laborales y del combustible son los dos principales gastos de las empresas de transporte y en ambos casos están al alza en el contexto actual por la Guerra de Ucrania y la falta de personal.

En este escenario, la digitalización y las nuevas tecnologías pueden ofrecer cierto alivio a las empresas de transporte de mercancías por carretera. Con un uso adecuado se pueden reducir los costes, mejorar la productividad ya horrar en distintas partidas. Mejorar de alguna forma el mantenimiento productivo, reducir los kilómetros en vacío y mejorar el consumo de combustible a partir de una correcta gestión de los servicios puede marcar la diferencia entre el éxito y el fracaso en un contexto tan complejo.

La escasez de chóferes profesionales sigue siendo un mal endémico en el sector y la situación de Ucrania y los países limítrofes ha complicado todavía más la situación. 2022 puede ser por extensión un ejercicio de mayor escasez de conductores y con un incremento continuado del precio del combustible. Esto hará que se resienta la oferta, ya que el aumento de los costes, la falta de precios al alza de los servicios de transporte y la poca capacidad de inversión hace que las empresas tengan enormes complicaciones.