En base a los datos de la Dirección General de Tráfico (DGT) y de ROADPOL se ha llevado a cabo un estudio en el que se analiza las infracciones más repetidas en carretera, tanto por parte de los conductores profesionales de camión y autobús como por parte de los conductores no profesionales. Además, se han analizado las principales y más comunes causas detrás de la retirada del carnet de conducir y las consecuencias que tiene tanto para los chóferes como para las empresas de transporte.

A partir de los datos de ROADPOL, con controles a más de 19.000 conductores profesionales, la principal infracción de los chóferes de camión y autobús (45%) es por no cumplir de la forma adecuada los tiempos de conducción y descanso. El 18% de las infracciones tiene que ver con irregularidades en la documentación, mientras que por detrás quedan otras infracciones relacionadas con la carga, con la inspección técnica y/o estado del vehículo, con el tacógrafo y de otra naturaleza.

Contrasta este ranking con las principales infracciones que cometen los conductores que no son profesionales, donde la mayoría de las sanciones se dan por exceso de velocidad (67%) e irregularidades en la ITV (11%). También se repiten con bastante frecuencia las infracciones por no llevar puesto el cinturón de seguridad o utilizar el móvil en el vehículo. Eso sí, la naturaleza de las infracciones de los conductores no profesionales provoca que haya un volumen más alto y una mayor proporción de conductores que pierden el carnet de conducir.

En el caso de los conductores profesionales y las empresas de transporte, la pérdida del carnet de conducir por parte de un chofer -entre tres meses y un año- provoca un impacto económico mínimo que supera los 12.000 euros, cifra que puede aumentar considerablemente según los condicionantes de la compañía. Entre otras cosas porque las empresas con más de 25 empleados tienen la obligación añadida de reubicar al trabajador que ha perdido el carnet usando el vehículo de la empresa, algo que no aplica a las compañías con un volumen de trabajadores menor.