El sector del transporte de mercancías por carretera se desangra. La partida presupuestaria de las empresas para cubrir los gastos en combustible y electricidad no deja de crecer, lo que está provocando que la viabilidad económica del transporte y la logística sea una quimera. El precio del Diésel y de la electricidad comprometen la actividad del sector, pero también los objetivos de la transición energética. Un escenario de precios desorbitados y descontrolados en el ámbito energético que hacen peligrar una actividad esencial como el transporte.

El Diésel cuesta un 70% más que en enero de 2021 y un 35% más que en enero de este año. Por su parte, el precio medio de la electricidad desde que comenzó el año está en 346,6 euros el MWh, importe que triplica la cuota con la que se cerró 2021. Además, el precio del gas también está subiendo de forma incontrolada, lo que deja muy pocas opciones al sector del transporte y la logística. Aunque la situación es dramática en líneas generales, hay subsectores que adolecen todavía más esta situación.

Así, por ejemplo, el transporte y logística urbano y los servicios de última milla están sufriendo especialmente esta situación, hasta el punto que multitud de empresas han tenido que paralizar su actividad. También viven una situación crítica las explotaciones logísticas y almacenes a temperatura controlada, así como las industrias electrointensivas, lo que en el caso de estas últimas ha obligado a paralizar la producción, ya que los precios de la electricidad hacen imposible mantener su actividad con normalidad.

Mientras tanto, el transporte de mercancías por carretera agoniza. Un tercio del coste total de circulación de un camión es la partida en Diésel, mientras que el Gas Natural ha duplicado su precio. Por ello, los representantes de la actividad piden la intervención gubernamental para que exista un mínimo control sobre el precio del combustible. De hecho, la situación actual está provocando que las pymes y profesionales autónomos paralicen sus camiones al no poder cubrir los gastos con los ingresos. También las empresas ferroviarias y de transporte marítimo han avisado de la delicada situación actual.