El transporte de mercancías por carretera de Reino Unido vive una enorme crisis derivada de los efectos de la pandemia de COVID-19 y de los efectos del ‘Brexit’. La preocupante falta de chóferes profesionales es algo palpable, pero las cifras en torno al déficit de conductores son variables. En este aspecto, el periódico ‘The Guardian’ asegura que el transporte británico necesita hasta 100.000 conductores para cubrir la demanda, todo en un escenario caótico que no es estable en las distintas regiones de Reino Unido.

Mientras que el modelo de transporte británico necesita hasta 100.000 conductores nuevos para cubrir la creciente demanda tras la pandemia de COVID-19, el funcionamiento de la actividad no está siendo uniforme. De hecho, la ausencia de chóferes contrasta con la gran cantidad de vehículos pesados presentes en el condado de Kent, en el sureste de Inglaterra. Con el Canal de la Mancha como destino, las áreas de descanso y estaciones de servicio están crónicamente sobrepoblada y las instalaciones son insuficientes, hasta el punto de generar conflictos entre los conductores.

La ausencia de conductores profesionales en todo Reino Unido y la enorme masificación de las instalaciones destinadas al transporte en la región de Kent acaban por dibujar un escenario de gran parecido, incluso si son circunstancias sobre el papel antagónicas. Y es que los chóferes que sí ejercen su profesión se ven obligados a incumplir en muchas ocasiones la normativa de los tiempos de conducción y descanso, ya sea por cumplir con los servicios en un mercado que está falto de chóferes o por la ausencia de espacios de estacionamiento en el sureste de Inglaterra.

De hecho, ambas situaciones derivan del mismo problema, ya que la pandemia de COVID-19 y el ‘Brexit’ han provocado un aumento de los controles fronterizos, por lo que las condiciones de transporte con la Unión Europea son ahora más exigentes. Una situación que provoca que cientos de camiones queden atascados en la región de Kent, mientras que miles de chóferes han renunciado a viajar a Reino Unido para llevar a cabo servicios de transporte, lo que a la postre da forma a este déficit de 100.000 camioneros.