La secretaria de Estado de Empleo, Yolanda Valdeolivas, ha reconocido que el Gobierno estudia el desarrollo de la mochila austriaca, modelo que cambiaría el sistema de indemnizaciones por despido, aunque detecta «objeciones» por parte de los sindicatos y también de la patronal.

«No siendo una prioridad, es una medida que también contemplamos«, ha compartido Valdeolivas durante su comparecencia este martes ante la Comisión de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social del Congreso, a la que ha acudido para dar cuenta del proyecto de Presupuestos Generales del Estado de 2019.

Así, ha defendido que «el problema del trabajo hay que afrontarlo con soluciones originales» y que, en lo referido a la mochila austriaca «todo está en estudio«, pues «hay muchísimos modelos posibles».

En todo caso, ha señalado que este sistema «cuenta con múltiples objeciones por parte de los interlocutores sociales» puesto que, mientras los sindicatos ven la medida como «un abaratamiento del despido«, los empresarios «no están dispuestos a incrementar su aportación«. Ahí tendremos que pelearnos, e intentar sacar adelante medidas, estas o de cualquier otro calado, siempre en beneficio de esa mejora del mercado de trabajo y de las condiciones de trabajo«.

Que es la «mochila austriaca»

Este sistema, a grandes rasgos, vendría a establecer una bolsa individualizada para cada trabajador, que ‘engordaría’ con cotizaciones de cara a una salida del puesto de trabajo, lo que implicaría cambios en el sistema de indemnización por despido contemplado en la actual legislación laboral.

El empleado, a lo largo de su etapa laboral, recibe por parte del empresario una aportación anual en un fondo de capitalización. De esta manera, se reduce la indemnización cuando se realiza un despido.

Podría favorecer la contratación porque se eliminan los altos costes de la indemnización por despido, lo que supone una de los mayores hándicap en el momento de ampliar plantilla. Además, beneficia la contratación indefinida y se eliminan los temporales.

Esto significa que, desde el primer día, el empleo es fijo, de manera que se invierte en productividad y en una mayor remuneración. Y esto no es todo porque tampoco se aplica ningún límite a la indemnización (con la mochila es mayor y va aumentando a lo largo de la etapa laboral del trabajador) y además se crea un mercado más flexible, puesto que el trabajador no ve obligación alguna en preservar su puesto.

Sin embargo, este sistema de capitalización austriaco no sólo aporta beneficios al sector laboral. Y es que también resta el miedo a despedir porque el coste se reduce considerablemente. Asimismo, el empresario se ve de alguna manera obligado a aumentar los costes laborales de su empresa para poder aportar un porcentaje al fondo de capitalización del trabajador.