Por quinta jornada consecutiva y tras múltiples incidentes en las carreteras de Francia con bloqueos en las principales vías de circulación y de estaciones de suministro por parte de los «chalecos amarillos», la situación este miércoles no mejora y continúan las retenciones en los puntos neurálgicos del transporte internacional.

Lo que se inició el pasado sábado con una protesta ciudadana ante las decisiones del Gobierno francés de llevar a cabo una subida de los impuestos de los combustibles, a tres días vista se ha convertido en un verdadero problema con enormes pérdidas para el sector del transporte profesional, ante la imposibilidad de circular por Francia.

En este sentido, las principales Organizaciones Profesionales de transporte francesas han declarado que pese a la comprensión de las motivaciones de los manifestantes, su tensa situación económica no les permite perder días de trabajo, al igual que ocurre con las empresas de transporte internacional españolas.

Hasta la fecha, nuestros conductores se encuentran atrapados en varios bloqueos, en condiciones infrahumanas, tirados en las cunetas, y sin poder cumplir su misión de transportar bienes y suministros, que empiezan a perecer. 

Pese a ello y ante el colapso de automovilistas que iban acompañados de sus hijos en la A10 de Francia, varios conductores de camiones fueron a pie en el atasco para suministrar agua y comida a aquellas personas que tenían sus hijos con ellos, informan desde Franceinfo.

Zonas como Auvernia-Rhône-Alpes, Borgoña-Franco-Condado, Bretaña o Grand Est entre otras muchas sigue registrado cortes intermitentes y colapsos producidos por las acciones de los «chalecos amarillos».  Esta situación se puede ver agravada por las bajas temperaturas habituales en noviembre en el país francés y que pueden provocar que este conflicto entre en una situación de mayor gravedad.