La fatiga es el gran enemigo silencioso de los profesionales del transporte

El sector del transporte de mercancías por carretera está sujeto a una gran presión, circunstancia que se suele traducir en prologadas jornadas de trabajo para los conductores profesionales. Los largos turnos al volante, la falta de condiciones de descanso adecuadas y la necesidad de mantener un alto nivel de alerta en el desarrollo de su actividad provoca que los chóferes suelan sufrir un enorme desgaste o fatiga y que constituyan uno de los grupos de trabajadores con mayor riesgo de privación del sueño.

Esta fatiga asociada a la falta de sueño provoca que los conductores profesionales vean alteradas sus funciones psicomotoras y neurocognitivas, tales como el tiempo de reacción al volante, la capacidad de estar alerta o la toma de decisiones, así como en el procesamiento en general de la información. Al final, los accidentes causados por conductores fatigados son una trágica constante cuando el chófer se enfrenta a jornadas muy largas y monótonas de conducción. Según distintos estudios, los accidentes causados por la fatiga se concentran entre las 2 y las 6 horas de la madrugada y las 14 y 16 horas de la tarde.

Aunque fatiga y somnolencia son dos conceptos distintos e independientes, en el sector transporte suelen ir de la mano. En el caso de la fatiga, esta se expresa con un menor tiempo de reacción y un rendimiento disminuido para controlar la dirección del vehículo, menor capacidad para mantener la distancia de seguridad con el vehículo de delante y una tendencia mayor a no usar de una manera correcta la instrumentación del camión, así como de sufrir distracciones. Un mal silencioso, ya que la fatiga entendida como la pérdida de atención y de capacidad de procesamiento no es algo consciente, sino un proceso mental semiautomático.

Por este motivo, la fatiga es sinónimo de un incremento del riesgo, sobre todo si está vinculada a la falta de sueño. De hecho, un chófer que conduce tras haber pasado 17 personas despierto corre el mismo riesgo de colisión que un conductor que haya dado un nivel de alcoholemia de 0,5 mg/l en aire expirado. Aunque la legislación es cada vez más estricta en torno a los horarios de conducción y descanso, la realidad dentro del sector del transporte de mercancías por carretera es que todavía hoy los chóferes están sometidos a un gran estrés.

La fatiga entre los conductores profesionales por sobrecarga física y mental es una constante, ya que los conductores realizan jornadas semanales de hasta 80 horas, muchas de ellas en horario nocturno y sometidos a la propia exigencia y realidad del sector, con periodos de descanso irregulares, un desarrollo de su labor sedentario y malos hábitos alimenticios por las propias condiciones de su actividad. Por este motivo, la fatiga es uno de los grandes enemigos de los profesionales del transporte y la correcta planificación del trabajo por parte de las empresas y de los propios chóferes.

Fernando Sancho

Redactor especializado en movilidad, transporte de mercancías por carretera y las actividades anexas al sector.

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