La IRU (Unión Internacional del Transporte por Carretera) ha acogido con satisfacción el acuerdo de coalición de Alemania, considerándolo un paso adelante hacia un enfoque pragmático y facilitador para la descarbonización del transporte comercial por carretera. Sin embargo, la falta de medidas concretas de apoyo a los combustibles limpios, junto a los vehículos de cero emisiones, representa una oportunidad perdida.
El nuevo marco de coalición acordado en Alemania, adoptado formalmente hoy, establece un enfoque práctico para la descarbonización, con el potencial de impulsar un giro hacia un mayor pragmatismo en la estrategia de la UE. Tras la aprobación final por los comités de los partidos y con la elección de un nuevo Canciller Federal prevista para principios de mayo, el acuerdo de coalición incluye varios compromisos alineados con las prioridades políticas de la IRU.
El acuerdo promueve condiciones favorables para la transición verde, evitando mandatos regulatorios rígidos para los operadores de transporte y priorizando, en cambio, la inversión, la neutralidad tecnológica y el despliegue de infraestructura.
Un avance, pero con carencias
Raluca Marian, Directora de Asuntos Públicos de la IRU en la UE, declaró: «Es una señal fuerte y alentadora por parte de Alemania en un momento crucial para la política climática y de transporte de la UE. El acuerdo rechina acertadamente los mandatos de compra a los dueños de flotas y se centra en las herramientas reales necesarias para facilitar la transición. Sin embargo, aunque en general se habla de neutralidad tecnológica, es decepcionante no ver medidas explícitas para promover combustibles renovables o neutros en carbono en el transporte por carretera, especialmente dada la necesidad del sector de contar con soluciones tecnológicas diversas que reflejen la variedad de sus operaciones.»
Entre las disposiciones clave relacionadas con el transporte destacan:
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Revisión prioritaria de los estándares de CO₂ para vehículos pesados.
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Extensión de las exenciones de peaje para camiones de cero emisiones más allá de 2026.
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Expansión de redes de carga rápida y de infraestructura de carga en depósitos, según demanda y necesidades de los usuarios.
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Planes para destinar ingresos de peajes de camiones a apoyar la transición del sector.
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Reconocimiento de soluciones de bajas emisiones más amplias, incluyendo híbridos enchufables y vehículos con extensor de autonomía.
La oportunidad perdida de los combustibles limpios
La ausencia de un apoyo claro a los combustibles limpios en el transporte por carretera, además del respaldo a los vehículos de cero emisiones, es una oportunidad perdida para abarcar todo el espectro tecnológico necesario para una transición inclusiva y resiliente.
Sin este reconocimiento, aumenta el riesgo de que segmentos clave del sector —especialmente los operadores de transporte de larga distancia y vehículos pesados— se queden sin opciones viables a corto y medio plazo. Una estrategia de descarbonización verdaderamente efectiva debe incorporar todas las soluciones limpias, incluidos los combustibles limpios, si quiere adaptarse a la realidad diversa del transporte comercial por carretera en la UE. Dado el papel líder de Alemania en la configuración de la política europea, este aspecto debería reconsiderarse en las políticas actuales y futuras.
«Muchos operadores de transporte visionarios y un amplio abanico de inversores ya han realizado importantes inversiones en diversas tecnologías, no solo en vehículos de cero emisiones, sino también en combustibles limpios y los vehículos que los utilizan. Es crucial garantizar seguridad en la planificación y las inversiones para los operadores que apuestan por tecnologías actuales y futuras, todas con el objetivo común de una economía libre de carbono», añadió Raluca Marian.
El reto de las pymes y el papel de los peajes
La IRU también valora el enfoque en medidas de apoyo y programas de financiación, pero subraya que su implementación debe diseñarse cuidadosamente para garantizar la accesibilidad de las pequeñas y medianas empresas, que constituyen la mayoría del sector. Esto incluye reglas y procesos simplificados.
Raluca Marian concluyó: «En cuanto a los vehículos de cero emisiones, esperamos que el enfoque del gobierno alemán de destinar ingresos por peajes a fines viales y de descarbonización sirva como ejemplo e inspiración para futuras políticas de la UE y nacionales en otros Estados miembros.»
«El gobierno ha enviado un mensaje claro a favor de incentivos y facilitadores positivos para acelerar la electrificación. Esto contrasta con medidas prematuras de intervención en la demanda, como los mandatos de compra a flotas, y debería inspirar a la Comisión Europea a proponer medidas verdaderamente efectivas, evitando la coerción destructiva temprana.»
Un paso adelante, pero con margen de mejora
El acuerdo alemán marca un avance significativo hacia una transición verde pragmática, alejándose de prohibiciones abruptas y optando por incentivos y flexibilidad tecnológica. No obstante, la falta de apoyo explícito a los combustibles renovables y neutros en carbono deja un vacío que podría dificultar la descarbonización completa del transporte pesado.
Alemania, como actor clave en la UE, tiene la oportunidad de liderar un enfoque más inclusivo, combinando electrificación con otras soluciones limpias. Si la Comisión Europea y otros Estados miembros siguen este ejemplo, evitando imposiciones prematuras y priorizando la neutralidad tecnológica, la descarbonización del transporte por carretera podría lograrse de manera más eficiente y justa para todos los actores del sector.