La actividad portuaria en España cae un 2,9% en los cinco primeros meses de 2025 por la inestabilidad global

La red de puertos del Estado español movió 230 millones de toneladas de mercancías entre enero y mayo de 2025, lo que supone un descenso del 2,9% respecto al mismo periodo del año anterior. Así lo reflejan los datos provisionales publicados por Puertos del Estado, que confirman la tendencia a la baja en los tráficos portuarios durante el presente ejercicio.

Este retroceso se enmarca en un contexto de inestabilidad geopolítica y económica que continúa afectando al comercio internacional y, por tanto, al comportamiento del tráfico marítimo. “El impacto de los conflictos y la incertidumbre económica global se traduce en una menor demanda de transporte marítimo y en un ajuste de los flujos logísticos internacionales”, explican fuentes del sector.

En el desglose por tipos de mercancía, la mercancía general registró una bajada del 1,1%, situándose en 116,7 millones de toneladas. Dentro de esta categoría, se observa un comportamiento dispar: mientras que la mercancía convencional aumentó un 2,6%, alcanzando los 37,5 millones de toneladas, la contenedorizada retrocedió un 2,7%, con 79,3 millones de toneladas movilizadas.

A pesar de la caída en la mercancía contenerizada, el número de contenedores (TEU) se mantuvo prácticamente estable, con un ligero repunte del 0,2%, alcanzando los 7,5 millones de unidades. No obstante, esta estabilidad global en TEU esconde dos tendencias diferenciadas: un descenso del 4,2% en los contenedores en tránsito y un crecimiento del 7,2% en los movimientos de importación y exportación. Esta evolución indica una mayor actividad en los intercambios comerciales directos, pese a la ralentización de las rutas internacionales.

En cuanto a los graneles, tanto los sólidos como los líquidos experimentaron descensos significativos. Los graneles sólidos se contrajeron un 4,6%, hasta los 33,4 millones de toneladas, mientras que los graneles líquidos cayeron un 4,4%, acumulando 73,6 millones de toneladas en los primeros cinco meses del año. Estos retrocesos reflejan una menor demanda de materias primas y productos energéticos, estrechamente vinculada a la coyuntura económica.

En contraste, el tráfico ro-ro, que incluye mercancía transportada en camiones o vehículos con ruedas, registró un comportamiento positivo con un incremento del 2,2%, alcanzando los 31,7 millones de toneladas. Este dato apunta a una mayor actividad del transporte rodado a través de los puertos, especialmente en las rutas de corto recorrido, como el tráfico con las islas o con el norte de África.

Por último, el número de buques mercantes que operaron en los puertos españoles se redujo un 1,1%, totalizando 63.353 unidades, mientras que el arqueo bruto, indicador de la capacidad de carga de las embarcaciones, aumentó un 0,9%, lo que sugiere una mayor utilización de buques de gran capacidad para optimizar los costes en un entorno económico complejo.

En resumen, el sistema portuario español afronta una etapa de ajuste en 2025, marcada por la incertidumbre global y la evolución dispar de los distintos tipos de tráfico. Aun así, algunos segmentos como el ro-ro o el import-export muestran signos de resiliencia frente a la caída generalizada del comercio marítimo.

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