Faconauto ha presentado una propuesta firme al Gobierno para activar un Plan Nacional de Renovación de Flotas, con el objetivo de modernizar el transporte de mercancías por carretera y reforzar la competitividad del sector. La iniciativa, que la patronal del automóvil considera clave, se alinea con los compromisos europeos en materia de descarbonización y competitividad, y busca facilitar una transición energética realista para miles de pequeñas y medianas empresas transportistas.

La propuesta contempla ayudas directas asociadas al achatarramiento de vehículos antiguos, con subvenciones de hasta 25.000 euros por unidad, destinadas a la adquisición de camiones nuevos o seminuevos con tecnología Euro 6. Según Faconauto, el plan debería contar con una dotación inicial de al menos 300 millones de euros y gestionarse con criterios de simplicidad, agilidad y efectividad.

Este plan llega en un momento crítico para el sector. La previsión para 2025 apunta a una caída del 9,6 % en las matriculaciones de camiones pesados, con un cierre estimado de 24.499 unidades, frente a las 27.088 del año anterior. Hasta mayo, el descenso ya era del 14,9 %, situándose en 9.506 unidades. Faconauto atribuye esta caída a la presión normativa creciente, la incertidumbre tecnológica y el encarecimiento de los costes operativos, agravados por la falta de más de 20.000 conductores profesionales.

“El transporte por carretera es una infraestructura económica y social imprescindible para el funcionamiento del país”, ha afirmado Marta Blázquez, presidenta de Faconauto. “Es urgente equilibrar el debate público sobre descarbonización y poner en marcha una estrategia nacional ambiciosa que garantice una transición energética viable, justa y realista para el conjunto del sector”, ha añadido.

Además del plan de achatarramiento, Faconauto propone la reedición de un programa específico para vehículos industriales de cero emisiones, con una financiación adicional de 250 millones de euros. Esta medida busca impulsar la electrificación del transporte pesado, aún muy limitado por el alto coste de los vehículos y la escasa infraestructura de recarga.

La organización también defiende un enfoque de neutralidad tecnológica, que incluya soluciones alternativas más allá de la electrificación. En este sentido, el Coste Total de Propiedad (TCO) continúa siendo la principal barrera para las empresas, que demandan condiciones habilitantes para invertir con garantías.

Una política fiscal bien orientada es, según Faconauto, fundamental para activar la renovación. Por ello, propone una deducción del 15 % en el Impuesto de Sociedades para las empresas que adquieran vehículos de bajas emisiones o desarrollen infraestructuras de recarga.

Faconauto ha trasladado sus propuestas al Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible y solicita la creación de una mesa de trabajo estable con el sector, así como una mayor coordinación interministerial y un calendario público de medidas que proporcione seguridad jurídica a los operadores.

La patronal advierte que el transporte se enfrenta a una avalancha de nuevas exigencias normativas europeas, como el sistema ETS2, el paquete Fit for 55, la implantación de puntos de recarga (AFIR) o la obligación de incorporar sistemas ADAS y tacógrafos inteligentes. Aunque respalda los objetivos de sostenibilidad, insiste en que el despliegue de estas normativas debe acompañarse de ayudas realistas y plazos razonables.

“La renovación del parque de vehículos industriales no puede seguir posponiéndose. Las empresas necesitan señales claras y medidas concretas que les permitan invertir con confianza”, ha subrayado Pilar Fernández, presidenta de la División de Industriales de Faconauto. “Los concesionarios, por su capilaridad y conocimiento técnico, son aliados estratégicos para facilitar esa modernización”.

En definitiva, Faconauto reclama una estrategia nacional ambiciosa y estructural, que dé respuesta a los desafíos del transporte profesional por carretera y garantice su viabilidad económica, social y medioambiental en los próximos años.