El sector del transporte internacional por carretera atraviesa un momento crítico. Así lo expresó con contundencia la Asociación del Transporte Internacional por Carretera (Astic) durante su 48ª asamblea general, celebrada este jueves en el Palacio de Convenciones de La Granja de San Ildefonso (Segovia). Su presidente, Marcos Basante, advirtió de que el nuevo marco normativo europeo, la posible reducción de la jornada laboral y la alarmante escasez de conductores han encendido todas las señales de alerta.

“Estas normativas amenazan con erosionar los ya estrechos márgenes del sector”, afirmó Basante, recordando que la rentabilidad media de las empresas de transporte por carretera oscila entre un 3% y un 5%. Según el dirigente, “podrían poner en riesgo la viabilidad de las empresas que no logren adaptarse a tiempo”.

Entre las medidas más preocupantes, Astic señala las nuevas normativas europeas vinculadas al Pacto Verde, como los peajes por emisiones de CO₂ o las directivas de sostenibilidad, que suponen un coste añadido de entre 75.000 y 175.000 euros anuales para una empresa tipo.

Además, la inclusión del transporte por carretera en el nuevo régimen ETS II, como sector difuso, implicará un sobrecoste estimado entre 875.000 euros y 1,2 millones de euros al año para una flota de 100 vehículos, únicamente por el encarecimiento del combustible.

Ante esta situación, Astic se dirigirá formalmente a la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, solicitando una revisión de los plazos y objetivos del Pacto Verde. “Vamos a enviarle una carta para pedir que se recapacite sobre esta cuestión y se adapte la normativa a la realidad actual del sector”, adelantó Basante.

La patronal también volvió a incidir en otro problema estructural: la falta de profesionales en el sector. Actualmente, España sufre un déficit de 30.000 transportistas, una cifra que, si no se toman medidas urgentes, podría alcanzar los 116.000 en 2028. A ello se suma la preocupación por la reducción de la jornada laboral a 37,5 horas semanales, una medida que, según sus estimaciones, supondría dejar de recorrer unos 8.000 kilómetros por camión cada año.

65 años al servicio del transporte

En el mismo acto, Astic celebró su 65º aniversario, reivindicando el papel esencial del transporte por carretera para la economía y la sociedad. “Las cadenas de suministro no funcionarían sin este sector”, recordaron sus portavoces.

En representación del Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible, la secretaria general de Transporte Terrestre, Rocío Báguena, elogió el trabajo de la patronal. “Astic ha participado activamente en el desarrollo de políticas que han contribuido de forma decisiva a que España cuente con un sector competitivo, flexible y estratégico”, afirmó.

Báguena subrayó la importancia de una colaboración sólida entre sector público y privado, destacando proyectos conjuntos como Astic Digital Corridors, que han reducido los tiempos de espera en las fronteras con Reino Unido y Marruecos, así como los esfuerzos en formación y renovación de flotas.

La conclusión de la jornada fue clara: el futuro del transporte por carretera depende de decisiones políticas ajustadas a la realidad del sector y de una cooperación efectiva entre administraciones y operadores.