Tensión geopolítica dispara el precio del crudo: Brent roza máximos del año tras ataques a Irán

El precio del petróleo Brent experimentó este lunes un repunte de hasta el 5,7 %, alcanzando los 81,40 dólares por barril, su nivel más alto desde enero, como reacción inmediata a los ataques lanzados por Estados Unidos contra instalaciones nucleares en Irán. Esta escalada tensiona aún más un mercado energético ya marcado por la incertidumbre, y abre la puerta a un posible shock de oferta global.

No obstante, horas antes de la apertura de los mercados europeos, la cotización del Brent moderó su avance hasta los 78,26 dólares, lo que representa una subida del 1,62 % respecto al cierre anterior. En paralelo, el crudo estadounidense West Texas Intermediate (WTI) llegó a tocar los 77,13 dólares, con un incremento del 4,4 %, aunque posteriormente retrocedió hasta los 75,01 dólares por barril.

El detonante de esta reacción en los mercados fue la ofensiva militar ordenada por el presidente estadounidense, Donald Trump, contra tres instalaciones nucleares iraníes. “Se produjeron daños monumentales en todas las instalaciones nucleares de Irán, como muestran las imágenes de satélite. ¡Obliteración es un término exacto!”, declaró el mandatario en su red Truth Social. Poco después, el director general del OIEA, Rafael Mariano Grossi, confirmó los “amplios daños” en el complejo de Isfahán, además de impactos en Fordo y Natanz.

Este nuevo episodio de escalada militar en Oriente Medio acentúa los riesgos sobre el suministro global de crudo, especialmente por la posible implicación del estrecho de Ormuz, un paso estratégico por el que transita cerca del 25 % del comercio marítimo de petróleo y el 20 % del gas natural licuado (GNL) mundial.

“El bombardeo de las instalaciones nucleares iraníes por parte de Estados Unidos durante el fin de semana aumentó significativamente los riesgos de suministro para el mercado del petróleo y GNL”, ha advertido Warren Patterson, responsable de Estrategia en materias primas de ING Research.

El experto señala que la gran incógnita ahora es la posible respuesta de Irán, advirtiendo que un eventual intento de bloqueo del estrecho de Ormuz podría tener consecuencias críticas para el mercado energético internacional.

“Un bloqueo efectivo del Ormuz provocaría un cambio drástico en las perspectivas petroleras, llevando al mercado a un profundo déficit. La capacidad sobrante de la OPEP no sería útil, ya que también depende del paso por el Golfo Pérsico”, ha explicado Patterson. En tal escenario, los gobiernos se verían forzados a liberar crudo de sus reservas estratégicas, una medida que sólo mitigaría temporalmente la escasez.

Además, aunque un aumento de precios podría estimular la producción interna en EE.UU., los nuevos suministros tardarían en llegar al mercado y serían insuficientes para cubrir una interrupción sostenida.

Según Patterson, “si el bloqueo se lleva a cabo con éxito, se espera que el Brent alcance los 120 dólares por barril a corto plazo. Una interrupción prolongada hasta finales de 2025 podría llevar los precios por encima de los 150 dólares, marcando récords históricos”.

A pesar de la gravedad del escenario, el analista matiza que Irán podría evitar una acción tan drástica. “Bloquear el estrecho de Ormuz podría ser excesivo, ya que afectaría más a Asia que a EE.UU. y generaría tensiones con socios como China”, puntualiza.

Por ahora, la evolución de los precios sugiere que el mercado no considera inminente un cierre de Ormuz, aunque la situación permanece altamente volátil. Para el transporte de mercancías por carretera, cualquier subida sostenida del petróleo implicaría un aumento directo en los costes operativos, generando una presión adicional sobre un sector ya tensionado por los combustibles y la inflación logística.

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