La entrada en vigor de la Ley de Datos de la Unión Europea marca un antes y un después en la gestión de la información generada por los vehículos conectados en el transporte por carretera. La nueva normativa, que ya es aplicable en todo el bloque comunitario, otorga a los operadores un derecho legal claro para acceder y compartir los datos producidos por sus vehículos, reforzando la transparencia y la equidad en el uso de la información digital.
La Organización Internacional del Transporte por Carretera (IRU) ha recibido con satisfacción la publicación de la guía de aplicación elaborada por la Comisión Europea, al considerar que supone un avance decisivo hacia un ecosistema de datos más justo y competitivo. Sin embargo, advierte de que las exenciones por secreto comercial incluidas en el texto final pueden convertirse en un obstáculo, generando inseguridad jurídica y limitando el alcance de la ley.
Una nueva etapa en la digitalización del transporte
Hasta ahora, los operadores se enfrentaban a graves dificultades para acceder a los datos de vehículos conectados, lo que generaba incertidumbre y falta de transparencia. Esta información resulta cada vez más estratégica para la gestión de flotas, el mantenimiento predictivo, el desarrollo de servicios digitales y la mejora de la eficiencia operativa.
Con la Ley de Datos, el sector obtiene por primera vez un marco legal claro de derechos y obligaciones, lo que aporta la seguridad jurídica necesaria para competir en igualdad de condiciones. Según IRU, esta medida permitirá a las empresas de transporte usar y compartir datos de manera innovadora, abriendo la puerta a un desarrollo tecnológico más sólido.
Durante el proceso legislativo, IRU defendió activamente los intereses de los operadores. Entre sus principales demandas figuraban el reconocimiento de derechos claros de acceso y compartición de datos, la inclusión de salvaguardias frente a contratos abusivos y la protección contra tarifas excesivas por portabilidad de datos. Todas ellas han quedado incorporadas al reglamento final, lo que representa un refuerzo sustancial de la posición de los transportistas en el ámbito digital.
Declaraciones y perspectivas
La directora de IRU en la UE, Raluca Marian, destacó que “la Ley de Datos es un paso significativo para facilitar el acceso a la información de los operadores de transporte, permitiéndoles prosperar en un mundo cada vez más conectado”.
En sus palabras, “al otorgar a los usuarios el control sobre los datos generados por sus vehículos y permitirles compartirlos con terceros seleccionados, se fomenta la colaboración y se impulsa un progreso real en la industria”.
La guía de la Comisión aclara además qué categorías de información quedan amparadas, desde señales básicas de sensores hasta funciones procesadas relacionadas con la eficiencia, la seguridad y la sostenibilidad. Este nivel de precisión aporta una transparencia muy demandada por los operadores y consolida un marco jurídico más sólido.
El reto de los secretos comerciales
A pesar de los avances, IRU mantiene su preocupación por las exenciones relativas a secretos comerciales. La organización advierte de que, si se aplican de manera abusiva, podrían limitar los beneficios de la normativa y generar nuevas inseguridades legales.
Marian subrayó que “estas exenciones corren el riesgo de socavar los objetivos de la Ley si se utilizan de forma indebida. Se requiere mayor claridad normativa”.
La Comisión Europea se ha comprometido a publicar orientaciones adicionales para despejar dudas sobre la aplicación de estas excepciones. Mientras tanto, IRU ha anunciado que seguirá de cerca la implementación de la Ley de Datos con el fin de garantizar un marco justo y equilibrado que refuerce la competitividad y sostenibilidad del transporte por carretera en Europa.