Eslovenia implementará tasa de CO2 en noviembre de 2025
El transporte internacional por carretera se enfrenta a un nuevo cambio normativo en Europa. Eslovenia aplicará una tasa de CO2 a partir del 1 de noviembre de 2025, en línea con la política europea de descarbonización. Desde el 1 de octubre de 2025, los transportistas podrán justificar la clase de CO2 de sus vehículos, mientras que el registro y clasificación, en caso de contar con dispositivos multipaís, será gestionado por el propio proveedor de telepeaje.
Aunque las tarifas definitivas todavía no han sido publicadas, se prevé que se den a conocer a lo largo de septiembre de 2025. Esta medida obligará a las flotas a revisar sus planes de costes y a considerar la eficiencia medioambiental de sus vehículos como un factor cada vez más determinante.
República Checa: nuevos medios de pago en octubre de 2025
Otro cambio relevante llegará en República Checa, donde desde octubre de 2025 se permitirá el pago de peajes mediante dispositivos multipaís. Hasta ahora, la gestión recaía en proveedores locales como Mito y, más recientemente, Eurowag. Con la entrada de operadores internacionales como Telepass y Toll4Europe, los transportistas contarán con mayor flexibilidad y homogeneidad en la gestión del telepeaje.
Las solicitudes podrán realizarse a través de los proveedores a partir del 20 de septiembre de 2025, lo que abre la puerta a una simplificación administrativa en los corredores europeos donde la interoperabilidad era limitada.
Países Bajos: un nuevo peaje desde julio de 2026
El cambio más significativo llegará con el nuevo sistema de peaje satelital en Países Bajos, operativo a partir del 1 de julio de 2026. Este modelo, similar al vigente en Dinamarca, se basará en el cobro por kilómetro recorrido y sustituirá a la Euroviñeta, que a partir de entonces solo permanecerá en Luxemburgo y Suecia.
Todos los vehículos de más de 3,5 toneladas (N2 y N3) estarán obligados a pagar, sin excepción por tipo de combustible o emisiones. Incluso los camiones eléctricos deberán abonar el peaje, lo que refleja un enfoque basado en el uso de la infraestructura más que en el tipo de propulsión.
El ámbito de aplicación abarcará toda la red viaria principal neerlandesa, incluyendo autopistas y carreteras provinciales y municipales estratégicas, con el objetivo de evitar desvíos hacia rutas secundarias. Además, se contemplan sanciones para quienes intenten eludir el pago.
Impacto económico: fuertes incrementos
Los cálculos iniciales apuntan a un incremento sustancial de costes respecto al sistema actual. Por ejemplo, un trayecto Bremen–Rotterdam–Amberes de 338 kilómetros pasará de los 14 euros actuales bajo la Euroviñeta a 67,94 euros en 2026, lo que supone un aumento del 485%. En el caso de un recorrido Hannover–Rotterdam–Amberes (312 km), el coste se elevará de 14 a 62,71 euros, un incremento del 448%. Incluso trayectos más cortos, como Amberes–Rotterdam–Amberes (150 km ida y vuelta), verán cómo el peaje se multiplica por más de dos, pasando de 14 a 30,15 euros.
Estas tarifas, aún provisionales y pendientes de aprobación parlamentaria, se calculan para un vehículo Euro VI de 40 toneladas con clasificación CO2 tipo 1, lo que refleja que la transición a este sistema tendrá un fuerte impacto en la competitividad de los operadores de transporte.
Cambio tecnológico: del 2G al 4G en dispositivos de peaje
A estos cambios regulatorios se suma la necesidad de renovar los dispositivos OBU, pasando de la tecnología 2G a la 4G. La diferencia radica en una mayor capacidad de comunicación, lo que permitirá implementar herramientas avanzadas de control y configuración.
Los principales proveedores ya han lanzado nuevos equipos compatibles y se espera que la mayoría de los países europeos migren sus redes de peaje a 4G antes de 2030, con Alemania, Austria, Dinamarca y Países Bajos avanzando entre 2027 y 2028. Para grandes flotas (más de 50 tractoras), la recomendación es iniciar la renovación cuanto antes, mientras que las flotas pequeñas podrían planificar la transición en 2026.