MAN acelera en electromovilidad y reclama más infraestructura de recarga para consolidar el camión eléctrico

MAN Truck & Bus se declara en una posición privilegiada para liderar la transición hacia la electromovilidad en el transporte pesado. La compañía ya produce en serie sus camiones eléctricos desde junio de 2025 y acumula más de 700 pedidos en firme. Según su consejero delegado, Alexander Vlaskamp, MAN es el fabricante de camiones eléctricos pesados que más crece en Europa en el último semestre, con unidades que llevan meses trabajando en operaciones reales junto a clientes.

No obstante, el directivo advierte que el verdadero reto no está en la oferta de vehículos, sino en la infraestructura de carga. “El cuello de botella es la red de recarga, no los camiones”, subraya Vlaskamp. MAN insiste en la necesidad de que tanto operadores privados como administraciones aceleren la instalación de cargadores de alta potencia —hasta 3 megavatios— en bases logísticas y corredores estratégicos, elementos imprescindibles para que los clientes puedan planificar la operación y renovar flotas a medio y largo plazo.

Amortización en dos años y medio

Uno de los argumentos más sólidos de MAN para impulsar la electrificación es la rentabilidad. En declaraciones a Business Insider, Vlaskamp asegura que un camión eléctrico puede amortizarse en apenas dos años y medio, siempre que confluyan tres factores: una energía más barata y estable, un sistema de peajes que premie la descarbonización y la disponibilidad de cargadores de muy alta potencia en los centros de actividad del transporte.

De cumplirse estas condiciones, el coste total de propiedad de un camión eléctrico se sitúa en niveles competitivos frente al diésel, algo que, según el CEO, está al alcance con una combinación de decisiones empresariales y marcos regulatorios adecuados.

Llamamiento a la acción política

El máximo responsable de MAN va más allá y reclama medidas políticas que respalden la viabilidad del transporte libre de emisiones. Entre ellas, destaca mantener la exención de peajes para camiones eléctricos hasta 2031, reinvertir al menos la mitad de los 7.000 millones de euros que genera anualmente la recaudación por peajes en infraestructura y programas de apoyo —con especial atención a las pymes—, y fijar un precio industrial de la electricidad entre 0,20 y 0,30 €/kWh, frente a los 0,45–0,50 €/kWh habituales en puntos de recarga públicos.

Con estas medidas, Vlaskamp asegura que un camión eléctrico se amortiza en 2,5 a 3 años, consolidando su competitividad frente a los modelos diésel tradicionales.

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