La Operación “Ordag-Teloners”, una macroinvestigación contra el robo sistemático de mercancías en el transporte por carretera, culmina con 26 detenidos y la recuperación de nueve toneladas de efectos, valorados en más de 1,5 millones de euros. La banda, perfectamente estructurada, no dudaba en emplear la intimidación y las amenazas para asegurar su botín, generando una importante alarma en el sector del transporte en Aragón, Cataluña y La Rioja.
La Guardia Civil ha dado un golpe decisivo a una de las organizaciones criminales más activas y violentas especializadas en el robo de carga en áreas de descanso. Se les atribuye un total de 59 robos en camiones estacionados en las principales vías de comunicación, con un modus operandi que causaba cuantiosos daños materiales y una creciente sensación de inseguridad entre los transportistas.
Los 22 hombres y 4 mujeres detenidos, de edades comprendidas entre los 22 y 57 años y de diferentes nacionalidades, cuentan con amplios historiales delictivos. La investigación ha permitido desmantelar dos centros de receptación y distribución ubicados en Sant Adrià de Besòs y Cerdanyola del Vallès (Barcelona), claves para la canalización de la mercancía hacia el mercado ilícito.
Entre el material recuperado se encuentran televisores de última generación, material informático, patinetes eléctricos, videoconsolas y ropa de marca. El valor total de lo intervenido supera el millón y medio de euros.
La investigación comenzó en agosto de 2024 a cargo de la Unidad Orgánica de Policía Judicial de la Guardia Civil de Huesca, para esclarecer una serie de robos en la AP-2. Los agentes se enfrentaban a lo que se conoce como «loneros»: delincuentes que cortaban las lonas de los semirremolques para comprobar y sustraer la mercancía, en una técnica denominada «cata».
Tras meses de análisis, se logró identificar y detener a un primer grupo de cinco presuntos autores, recuperando alrededor de tres toneladas de material. Sin embargo, la organización demostró una capacidad de resiliencia criminal.
A principios de enero, los investigadores detectaron que la banda se había reorganizado, intensificando su actividad de forma frenética. El grupo incrementó el uso de la intimidación y las amenazas, ampliando su radio de acción a las autopistas AP-2 y AP-68, con 39 robos en Huesca, nueve en La Rioja, cuatro en Zaragoza y dos en Lleida.
Ante esta escalada, la investigación se amplió con la incorporación de la Unidad Orgánica de Policía Judicial de La Rioja. La coordinación fue crucial para desentrañar la compleja estructura del grupo.
La organización operaba con una logística propia y roles muy específicos. Algunos se encargaban de vigilar y seleccionar los objetivos, localizando camiones con mercancía de interés. Otros actuaban como conductores de vehículos lanzadera para el transporte de lo robado, mientras que un tercer grupo, el más expuesto, ejecutaba directamente los cortes en las lonas y sustraía la carga.
Esta especialización les permitía actuar con rapidez y eficacia, contando además con los dos centros de receptación en Barcelona para almacenar y redistribuir los productos. El operativo final permitió la detención de los 21 integrantes restantes y el registro de estos centros, donde se incautaron alrededor de seis toneladas adicionales de mercancía.
La operación «Ordag-Teloners» ha requerido un despliegue policial conjunto dirigido por las Unidades de Huesca y La Rioja, bajo la coordinación del Juzgado de Instrucción nº 1 de Fraga (Huesca). En ella han participado de forma integrada unidades de Seguridad Ciudadana, Tráfico, el equipo Pegaso con el uso de drones y el Servicio Aéreo con helicóptero.
Este operativo supone un duro golpe a una de las formas de delincuencia que más afecta a la rentabilidad y seguridad del transporte por carretera, enviando un claro mensaje de la capacidad de las fuerzas de seguridad para responder a estos desafíos con contundencia y eficacia.