La Dirección General de Tráfico (DGT) ha reconocido la imposición indebida de más de 1.800 sanciones a vehículos de transporte pesado que circulaban correctamente durante días de restricciones. El reconocimiento llega tras una respuesta parlamentaria conocida por Fenadismer y destapa limitaciones del control automatizado basado en cámaras de lectura de matrículas.
¿Cómo se produjeron las sanciones?
Según las organizaciones sectoriales, las cámaras automatizadas identificaron matrículas que circulaban en tramos y fechas con restricción sin discriminar entre quienes estaban exentos (por ejemplo, servicios esenciales, transportes con autorizaciones o supuestos exceptuados) y quienes realmente incumplían. El filtrado previo no evitó todos los errores y, en lo que va de 2025, se han detectado 1.803 multas erróneas emitidas por el sistema.
La posición oficial y la rectificación
En un primer momento, la DGT defendió la legalidad del procedimiento y recordó que cabe presentar alegaciones. Sin embargo, el propio organismo ha admitido las sanciones indebidamente impuestas, lo que avala las quejas del sector y obliga a revisar los criterios de captación y depuración de matrículas. Fenadismer mantiene una queja ante el Defensor del Pueblo por la indefensión que sufren los profesionales.
El reconocimiento de más de 1.800 sanciones indebidas evidencia que la tecnología, sin garantías, puede fallar. Para un sector esencial como el del transporte por carretera, equilibrar seguridad vial y derechos exige automatización fiable, verificación humana y procedimientos garantistas. Solo así se recuperará la confianza y se evitará que empresas y conductores paguen por errores del sistema.
