La publicación en el Boletín Oficial del Estado (BOE) de la modificación del Anexo IX del Reglamento General de Vehículos ha activado formalmente la ampliación de la masa máxima autorizada (MMA) para los vehículos de transporte de mercancías por carretera, que pasa de 40 a 44 toneladas. Esta medida, aunque representa un avance técnico y logístico, ha generado una enérgica respuesta por parte de la Confederación Española de Transporte de Mercancías (CETM), que reclama condiciones claras para que su aplicación no perjudique al transportista.
La ampliación del tonelaje forma parte del acuerdo firmado en diciembre de 2021 entre el Comité Nacional del Transporte por Carretera (CNTC) —donde está integrada la CETM— y el Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible. Aquel pacto incluía reivindicaciones históricas del sector: desde la prohibición de que el conductor cargue o descargue mercancía hasta la obligatoriedad de incluir cláusulas de revisión de precios por el coste del combustible, la devolución mensual del gasóleo profesional, o la no imposición de peajes sin consenso.
Como contrapartida, el sector aceptó la modificación del límite de masas y dimensiones, con la condición expresa de que se les involucrara activamente en su estudio e implantación. Asimismo, debía establecerse un periodo transitorio y un marco claro que garantizara la repercusión de los costes adicionales derivados de esta medida.
La CETM ha mostrado desde el inicio reservas ante esta reforma, advirtiendo de su impacto potencial sobre la rentabilidad de un sector caracterizado por su fragmentación y márgenes muy estrechos. “Diversos estudios apuntan a que la aplicación de las 44 toneladas podría suponer un aumento superior al 8% en los costes por kilómetro recorrido”, advierten desde la Confederación.
Por ello, la CETM instó al Ministerio a incorporar una disposición específica que obligue a adaptar los contratos de transporte continuado para reflejar el aumento de costes. Esta cláusula fue incluida en los borradores iniciales, pero ha desaparecido en la versión definitiva publicada en el BOE. “Consideramos inadmisible esta omisión”, señala la organización, que exige su reincorporación inmediata para evitar un desequilibrio contractual que favorezca a los cargadores en detrimento de los transportistas.
Desde la Confederación recuerdan que el aumento de la MMA implicará mayor desgaste de vehículos, incremento del consumo de combustible, más exigencias técnicas y tiempos operativos más prolongados. “No se pueden transportar más toneladas sin reconocer el impacto real en los costes de explotación”, subrayan, advirtiendo que el beneficio de esta medida —una reducción del coste por tonelada transportada de aproximadamente un 9%— favorecerá casi exclusivamente a los cargadores si no se regulan compensaciones para el transportista.
Además, advierten de que la aplicación de las 44 toneladas se verá restringida en el ámbito internacional ante la falta de armonización normativa en la Unión Europea, lo que añade incertidumbre al proceso.
La CETM reclama el cumplimiento íntegro de los acuerdos alcanzados en 2021. “La cláusula de adecuación contractual no es opcional; es imprescindible para una implementación justa”. Para la patronal, la modernización del transporte no puede avanzar si no se protege la viabilidad de las empresas y se garantizan mecanismos que aseguren la sostenibilidad económica de quienes prestan el servicio.