IRU y ETF reconocen oficialmente la escasez de conductores en Europa en una declaración histórica

La Unión Internacional del Transporte por Carretera (IRU) y la Federación Europea de Trabajadores del Transporte (ETF) firmarán este mes una declaración conjunta sin precedentes, en la que por primera vez reconocen de forma oficial la grave escasez de conductores profesionales en Europa. Este paso supone un hito en el diálogo social del sector, y marca el inicio de una nueva etapa en las relaciones entre organizaciones empresariales y sindicales a nivel comunitario.

Hasta ahora, parte del movimiento sindical había sostenido que el problema no era tanto la falta de profesionales como la precariedad de las condiciones laborales en el transporte por carretera. Sin embargo, el nuevo acuerdo deja atrás la postura negacionista de algunos sindicatos, reconociendo abiertamente un déficit que, según datos de la IRU, alcanza ya los 400.000 conductores en la Unión Europea. A este número se suma una tendencia preocupante: el envejecimiento de la profesión y la escasez de relevo generacional, factores que agravan la situación a medio y largo plazo.

José Manuel Pardo, presidente del Comité de Asuntos Sociales de la IRU, valoró positivamente el avance: “Este consenso entre empresarios y sindicatos refleja un cambio de enfoque necesario para afrontar uno de los mayores retos del sector”. La firma de esta declaración conjunta representa no solo un reconocimiento compartido del problema, sino también una base sólida sobre la que construir medidas conjuntas para mitigar sus efectos.

Uno de los aspectos clave que recoge el texto es la incorporación de conductores procedentes de terceros países, una solución que se plantea con carácter complementario al impulso del empleo local. La declaración pone especial énfasis en que estos profesionales deberán contar con plena información sobre sus derechos laborales y que estos serán idénticos a los de los conductores europeos, garantizando así igualdad de condiciones y protección frente a posibles abusos.

La ETF, históricamente crítica con las condiciones del sector y con la política empresarial, da así un paso importante al aceptar públicamente la existencia de un déficit estructural de personal. “Reconocer el problema es el primer paso para solucionarlo”, señalaron fuentes sindicales cercanas al proceso de negociación.

Este nuevo entendimiento entre IRU y ETF abre la puerta a futuras iniciativas de colaboración, tanto en materia de formación como en políticas de atracción de talento joven y fomento del empleo de calidad. En un momento especialmente delicado para la cadena logística europea, el consenso social se presenta como una herramienta imprescindible para garantizar la sostenibilidad del transporte de mercancías por carretera en las próximas décadas.

La firma de la declaración se espera para las próximas semanas, y desde ambas organizaciones se trabaja ya en la definición de propuestas concretas que puedan trasladarse a los Estados miembros y a las instituciones europeas, con el fin de convertir este acuerdo histórico en acciones tangibles.

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