La Organización Internacional del Transporte por Carretera (IRU) ha presentado en Bruselas una serie de propuestas dirigidas a reforzar la sostenibilidad de la mano de obra del transporte por carretera en Europa, en un contexto marcado por la creciente escasez de conductores y el envejecimiento del sector.
El anuncio tuvo lugar durante el Diálogo de Implementación sobre Movilidad Laboral Justa organizado por la Comisión Europea, un encuentro de alto nivel que reunió a interlocutores sociales y Estados miembros. La sesión estuvo presidida por Roxana Mînzatu, vicepresidenta ejecutiva de la Comisión Europea para Derechos Sociales y Competencias, Empleos de Calidad y Preparación, y sirvió como plataforma para debatir cómo hacer que la movilidad laboral en la Unión Europea sea más simple, justa y eficaz.
Escasez crítica de conductores
Los datos que maneja IRU son contundentes: cerca de 500.000 puestos de conductor permanecen vacantes en Europa, mientras que la demanda de transporte por carretera no deja de crecer. El sector muestra un marcado envejecimiento, con una edad media cercana a los 50 años y menos del 5% de conductores menores de 25.
“Sin conductores, el sistema se detiene”, advirtió Raluca Marian, directora de IRU en la UE, al subrayar que el transporte por carretera mueve el 75% de la carga terrestre en Europa y constituye el pilar de la mayoría de los viajes colectivos de pasajeros.
Reformas en marcha
Durante el encuentro, IRU destacó la necesidad de convertir las normas de movilidad laboral en parte de la solución a los retos de la mano de obra. En este sentido, celebró que el refuerzo del mandato de la Autoridad Laboral Europea para garantizar el cumplimiento de las normas de transporte de la UE sea uno de los ejes centrales de la próxima reforma comunitaria.
Asimismo, Marian señaló como próximo hito clave la aplicación de las normas del Paquete de Movilidad a los vehículos comerciales ligeros, lo que supondrá un cambio sustancial en la regulación del sector.
Herramientas prácticas y claridad jurídica
IRU reclamó la puesta en marcha de herramientas prácticas para operadores y conductores, como una calculadora europea de remuneración de conductores desplazados y avances en instrumentos digitales que respalden las operaciones transfronterizas. Además, insistió en la necesidad de garantizar igualdad de derechos para todos los conductores, tanto comunitarios como extracomunitarios.
Otro de los puntos críticos abordados fue la seguridad social. La organización recordó que la falta de claridad jurídica en esta materia sigue siendo un obstáculo importante y reclamó normas armonizadas y predecibles que protejan a los trabajadores y den seguridad a las empresas para planificar sus operaciones.
Colaboración con interlocutores sociales
IRU confirmó que seguirá colaborando estrechamente con la Comisión Europea, la Autoridad Laboral Europea y los sindicatos en la elaboración de directrices conjuntas de aplicación y en la búsqueda de una solución negociada sobre la igualdad de derechos de los conductores de terceros países.
Para Marian, el reto es urgente: “Europa tiene la oportunidad de actuar ahora y construir un sector del transporte por carretera más atractivo, inclusivo y preparado para el futuro”.