Equiparar el impuesto al gasóleo disparará el coste del transporte

El sector del transporte de mercancías por carretera en España vuelve a situarse en el centro del debate fiscal y energético. La intención de equiparar el impuesto del gasóleo al de la gasolina supondría, según la Confederación Española de Transporte de Mercancías (CETM), un fuerte impacto económico que afectaría tanto a las empresas transportistas como a la competitividad de la economía española en su conjunto.

Un posible incremento fiscal con efectos directos en el transporte

La CETM ha alertado de que igualar la carga impositiva entre gasóleo y gasolina supondría un notable encarecimiento del combustible que utilizan la práctica totalidad de los camiones que operan en el país. Para que te hagas una idea, más del 95 % de la flota de transporte de mercancías por carretera en España funciona con gasóleo, por lo que cualquier modificación al alza en su fiscalidad tiene efectos inmediatos y proporcionales sobre los costes de explotación de las empresas.

En un contexto de márgenes ajustados y fuerte competencia, un incremento adicional en el coste del gasóleo se trasladaría inevitablemente a los precios del transporte. Esto no solo afectaría al transportista, sino también a la cadena logística al completo y, en última instancia, a los precios de los productos que tú consumes a diario. El combustible ya representa uno de los principales capítulos de gasto de las empresas del sector, por lo que elevar su fiscalidad significa presionar aún más sobre su viabilidad económica.

Impacto en la competitividad del sector y de la economía

La CETM subraya que España compite en un mercado europeo abierto, donde los costes del transporte son un factor clave de competitividad. Si nuestro país decidiera equiparar el impuesto del gasóleo al de la gasolina sin una estrategia coordinada a nivel comunitario, se generaría una clara desventaja frente a otros Estados miembros.

En la práctica, los transportistas internacionales podrían optar por repostar fuera de España para aprovechar fiscalidades más ventajosas, reduciendo así la recaudación interna y perjudicando a las áreas de servicio y estaciones de servicio situadas en corredores estratégicos. Al mismo tiempo, el transporte nacional vería crecer sus costes en comparación con operadores de países vecinos, lo que podría traducirse en pérdida de cuota de mercado y deslocalización de actividades logísticas.

Según la patronal, cualquier medida de este tipo debería analizarse con una visión de conjunto, valorando el peso del transporte de mercancías por carretera en el PIB y su carácter esencial para el abastecimiento. El sector insiste en que el transporte de mercancías es un servicio básico para la economía y que, por tanto, las decisiones fiscales que le afectan deben adoptarse con especial prudencia.

El papel del transporte en la cadena de suministro

Conviene recordar que el transporte de mercancías por carretera es el eslabón central de la cadena de suministro en España. La mayor parte de los productos que llegan a tiendas, supermercados, industrias y centros logísticos lo hace, en algún momento, a bordo de un camión. De hecho, más del 90 % de las mercancías en España se mueven por carretera.

Esto significa que cualquier incremento de costes en el transporte acaba repercutiendo en toda la economía. Un combustible más caro por mayor presión fiscal se traduciría en mayores costes logísticos para fabricantes, distribuidores y operadores, lo que finalmente podría impactar en el precio final que tú pagas por los bienes de consumo.

La CETM recalca además que, en un escenario inflacionista o de desaceleración económica, una subida del impuesto al gasóleo tendría un efecto procíclico indeseado, intensificando las tensiones de precios y dificultando la recuperación de sectores especialmente sensibles a los costes de transporte, como el agroalimentario, el comercio y la industria manufacturera.

Compromisos ambientales y transición energética

El debate sobre la fiscalidad del gasóleo se enmarca también en los objetivos medioambientales y de descarbonización. En este sentido, la CETM reconoce la necesidad de avanzar hacia un modelo más sostenible, pero advierte de que no se puede utilizar la fiscalidad como única palanca para acelerar la transición energética, especialmente en un sector con pocas alternativas tecnológicas plenamente maduras.

Actualmente, las tecnologías de propulsión alternativas (eléctricas, de hidrógeno o gas renovable) todavía no están generalizadas en el transporte pesado de larga distancia. Además, suponen inversiones elevadas que muchas pequeñas y medianas empresas no pueden afrontar sin ayudas o sin una hoja de ruta estable y predecible.

Desde el punto de vista del sector, una subida abrupta de impuestos al gasóleo, sin ofrecer soluciones realistas y viables, solo generaría pérdida de competitividad y cierre de empresas, sin garantizar una reducción efectiva de emisiones a corto plazo. La CETM defiende que cualquier reforma fiscal debe estar acompañada de incentivos a la renovación de flotas, apoyo a la innovación tecnológica y desarrollo de infraestructuras de repostaje y recarga adecuadas.

La posición de la CETM ante una posible reforma fiscal

La CETM ha trasladado a las administraciones que el transporte de mercancías por carretera ya está sometido a una fuerte presión fiscal y regulatoria, por lo que considera injustificado plantear una equiparación del impuesto del gasóleo al de la gasolina sin un análisis detallado del impacto en el sector.

Según la organización, una medida de este tipo tendría consecuencias negativas sobre el empleo, la inversión y la modernización de las flotas. Las empresas se verían obligadas a destinar una mayor parte de sus recursos al pago de combustible y de impuestos, reduciendo la capacidad de destinar fondos a la compra de vehículos más eficientes y menos contaminantes.

La patronal aboga por un diálogo abierto y permanente entre el Gobierno y el sector para buscar soluciones que permitan avanzar en los objetivos climáticos sin poner en riesgo la viabilidad económica del transporte de mercancías por carretera. En esta línea, reclama políticas equilibradas que compatibilicen la descarbonización con la competitividad, evitando medidas unilaterales que puedan dañar gravemente al tejido empresarial del transporte.

Un debate clave para el futuro del transporte por carretera

El posible cambio en la fiscalidad del gasóleo no es una cuestión menor: afecta directamente a la estructura de costes de miles de empresas y autónomos del transporte, y por extensión, al funcionamiento de toda la economía. Para ti, como profesional del sector o como interesado en el mundo del transporte y la automoción, resulta esencial seguir de cerca este debate y comprender sus implicaciones.

La CETM ha lanzado un mensaje claro: equiparar el impuesto del gasóleo al de la gasolina, en las condiciones actuales, tendría un fuerte impacto económico y social. El reto para los responsables públicos será encontrar un equilibrio entre las exigencias medioambientales, la necesidad de recaudación y la protección de un sector que, día a día, garantiza el abastecimiento y el funcionamiento de la actividad económica en España.

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