El transporte murciano se enfrenta a su mayor crisis: alertan de un colapso inminente en la distribución de mercancías

La Federación Regional de Organizaciones y Empresas de Transporte de Murcia (Froet) ha lanzado un dramático aviso sobre la situación crítica que atraviesa el sector. Pedro Díaz y Manuel Pérezcarro, presidente y secretario general de la organización, han alertado que la combinación de falta de conductores, reducción de jornada laboral y amenaza al Trasvase Tajo-Segura podría llevar al transporte regional al borde del colapso. «Nos acercamos a un apagón logístico similar al energético, con el riesgo real de ver estantes vacíos en los supermercados», advirtieron contundentemente.

La escasez de conductores profesionales se ha convertido en una emergencia para el sector. Con un déficit estimado de 2.000 profesionales en la región y una edad media de 50 años entre los conductores actuales, la próxima oleada de jubilaciones amenaza con dejar «temblando» al sector. La contratación de conductores extranjeros, principalmente de Perú y Marruecos, apenas está sirviendo como parche temporal. *»Los plazos burocráticos son asfixiantes – explicó Pérezcarro – muchos candidatos abandonan durante los 2-3 meses que tardan en obtener el CAP»*.

La situación se agrava con la reducción de jornada laboral aprobada por el Gobierno, que supondrá 13 días menos de trabajo anual por conductor. «Esto interrumpirá gravemente las cadenas de suministro y retrasará las entregas», señaló el secretario general de Froet. A esto se suman las pésimas condiciones laborales, con robos frecuentes en áreas de descanso y una total falta de instalaciones adecuadas para los tiempos de espera durante la carga y descarga.

La amenaza al Trasvase Tajo-Segura supone otro golpe devastador para el sector. Pedro Díaz advirtió que «sería un desastre total para nuestros 10.000 camiones frigoríficos, la mayor flota de Europa», ya que se quedarían sin productos frescos que transportar. Esta crisis se produce mientras el tejido empresarial local se desintegra, con 48 empresas menos de transporte pesado en el último año y un goteo constante de adquisiciones por parte de fondos extranjeros.

Las alternativas propuestas por las administraciones han demostrado ser inviables. El transporte ferroviario sigue sin despegar, especialmente el Corredor Mediterráneo para mercancías, y los intentos de establecer líneas marítimas chocan con la realidad de que «los barcos tendrían que volver vacíos desde Europa». Mientras tanto, los jóvenes rechazan masivamente la profesión, no tanto por los salarios sino por las duras condiciones que implican pasar hasta 22 días al mes fuera de casa.

Ante este panorama desolador, la Froet reclama medidas urgentes: cesión de terrenos para logística, ayudas para la contratación de personal cualificado y beneficios fiscales que fomenten la fusión de pequeños transportistas. La Asamblea General del próximo jueves podría marcar un punto de inflexión para un sector que, pese a ser esencial, parece condenado a desaparecer si no se actúa con determinación. Como resume amargamente Díaz: «Estamos ante la tormenta perfecta, y esta vez no habrá parche que valga».

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