El tráfico de mercancías en los puertos españoles alcanzó los 275 millones de toneladas durante los seis primeros meses de 2025, lo que representa una caída del 3,1% respecto al mismo periodo del año anterior. Esta bajada se produce tras un 2024 caracterizado por incrementos coyunturales en varios tráficos, en un contexto de inestabilidad geopolítica y desaceleración del comercio mundial.
Según Puertos del Estado, entidad pública responsable de la gestión del sistema portuario, “la incertidumbre en las políticas económicas globales” ha sido uno de los principales factores que han condicionado la actividad. La evolución se sitúa en consonancia con los análisis de la Organización Mundial del Comercio (OMC), que ya había anticipado un escenario de menor dinamismo para el intercambio internacional de bienes.
La primera mitad del año ha reflejado también una corrección natural tras los fuertes repuntes de 2024, cuando el cambio de rutas derivado de la crisis en el Mar Rojo disparó temporalmente algunos tráficos, como los contenedores en tránsito y el avituallamiento.
En este contexto, la mercancía general registró un retroceso del 0,8%, situándose en 141 millones de toneladas. No obstante, dentro de este grupo, la mercancía convencional aumentó un 3,6%, alcanzando los 45,3 millones de toneladas, mientras que la mercancía contenerizada cayó un 2,8%, hasta los 95,7 millones de toneladas.
Por su parte, los contenedores medidos en TEU (Twenty-foot Equivalent Unit) mostraron una evolución positiva del 0,5% interanual, hasta los 9,1 millones de unidades. Sin embargo, se mantuvo la tendencia descendente en los contenedores en tránsito, que cayeron un 4,3%, consolidando el ajuste tras el incremento excepcional del 15,1% registrado en 2024.
Los graneles sólidos también acusaron el enfriamiento del comercio y descendieron un 4,7%, con 39,9 millones de toneladas, debido a la caída en productos como abonos y alimentos, que no pudo ser compensada por el buen comportamiento de los minerales y productos metalúrgicos. En cuanto a los graneles líquidos, el descenso fue del 5,5%, con 87 millones de toneladas, arrastrados principalmente por la bajada del tráfico de petróleo y derivados.
En contraste, el tráfico ro-ro (mercancías transportadas en camiones y semirremolques embarcados) mostró un comportamiento positivo, con un crecimiento del 2,8%, hasta alcanzar 38,2 millones de toneladas. Asimismo, el tráfico import-export aumentó una media del 7,8% en el conjunto de los puertos del sistema estatal, lo que refleja cierta recuperación en el comercio exterior directo.
En lo que respecta al número de buques mercantes que recalaron en los puertos españoles, se contabilizaron 78.173 unidades, lo que representa una ligera caída del 1,1%, mientras que el arqueo bruto total aumentó un 0,6%, indicando una mayor capacidad media de las embarcaciones.
Estos datos reflejan un primer semestre de ajuste en los volúmenes portuarios, condicionado por el contexto internacional, pero con algunos indicadores positivos que podrían anticipar una recuperación parcial en los próximos meses si se estabiliza el entorno económico global.