Después de varias semanas de descensos, los precios de los carburantes han puesto fin a su tendencia a la baja, registrando esta semana un ligero repunte del 0,4% tanto en gasolina como en diésel. Esta subida se produce en un contexto de inestabilidad geopolítica, derivada del conflicto latente entre Israel e Irán, que ha repercutido directamente en el incremento del coste del petróleo en los mercados internacionales.
En concreto, el precio medio del litro de diésel ha subido un 0,44 %, situándose en 1,364 euros, según los datos más recientes del Boletín Petrolero de la Unión Europea, recogidos por Europa Press. Esta variación representa la primera subida del gasóleo desde mediados de mayo, rompiendo con la tendencia descendente que lo llevó recientemente a niveles previos a la guerra de Ucrania.
Por su parte, el precio medio del litro de gasolina ha experimentado un aumento del 0,41 %, alcanzando los 1,463 euros. Esta cifra devuelve el precio de la gasolina a valores similares a los registrados a comienzos de mayo, interrumpiendo también su curva descendente.
Hasta mediados de octubre del año pasado, los carburantes acumularon una caída notable: la gasolina se abarató un 8,9 % y el diésel un 9,2 %, desde que comenzara una fase de bajadas en julio de 2024. Esta tendencia coincidió con el periodo vacacional de verano, momento en el que se produce el mayor número de desplazamientos por carretera del año. Sin embargo, poco antes de las festividades navideñas, el mercado entró en una nueva espiral alcista que se prolongó hasta bien entrado 2025.
A pesar del repunte registrado esta semana, el balance en lo que va de año sigue siendo positivo para los consumidores: la gasolina acumula un descenso del 4,14 %, mientras que el diésel ha bajado un 5,4 % en los primeros meses de 2025.
No obstante, ambos carburantes continúan lejos de los máximos históricos alcanzados en el verano de 2022, cuando la gasolina llegó a costar 2,141 euros por litro y el gasóleo 2,1 euros. Desde entonces, los precios han oscilado con cierta volatilidad, aunque sin volver a alcanzar aquellos picos.
Actualmente, el diésel suma ya 120 semanas consecutivas por debajo del precio de la gasolina, recuperando así la dinámica habitual previa a la invasión rusa de Ucrania. Durante la fase más crítica del conflicto, entre agosto de 2022 y febrero de 2023, el gasóleo llegó a superar de forma continuada el precio de la gasolina, situación que fue revertida a partir del primer trimestre de ese año.
El precio final de los carburantes está condicionado por una serie de variables que incluyen la cotización internacional de los productos refinados, la evolución del crudo, los impuestos, los costes logísticos y los márgenes comerciales.
Además, es importante tener en cuenta que la evolución del precio del petróleo no se refleja de manera inmediata en el precio en surtidor, ya que existe un decalaje temporal entre ambos. “Los movimientos en el mercado del crudo suelen trasladarse a los precios finales con cierto retraso, influenciados también por factores como el almacenamiento y la distribución”, apuntan fuentes del sector.
En este escenario de incertidumbre global, la evolución de los carburantes continuará estrechamente ligada a las tensiones geopolíticas y a la capacidad de respuesta del mercado energético, tanto a nivel europeo como internacional.