El 57% de los camioneros europeos se declara satisfecho con su trabajo, pero persisten retos estructurales

La satisfacción laboral de los conductores profesionales en Europa ha mejorado en 2024, según el último informe Truck Driver Barometer elaborado por la Unión Internacional de Transporte por Carretera (IRU) en colaboración con Truckfly by Michelin. El estudio revela que un 57% de los camioneros europeos se sienten muy o extremadamente satisfechos con su trabajo, mientras que solo un 18% manifiesta estar insatisfecho.

Esta percepción positiva varía según los países. En Francia y Reino Unido, la satisfacción alcanza el 58% y 53% respectivamente, mientras que en Alemania y los Países Bajos desciende hasta el 44%. Por otro lado, Italia y España muestran cifras intermedias, reflejando una realidad dispar entre los Estados miembros.

Un factor relevante en el nivel de satisfacción es el tamaño de la flota de la empresa. El informe destaca que los conductores que trabajan para compañías con más de 200 vehículos están más satisfechos y muestran menores niveles de insatisfacción (27%), frente al 38% en empresas con menos de 10 vehículos. Este fenómeno se explica, según IRU, porque «las grandes empresas suelen contar con más recursos para ofrecer mejores condiciones laborales y beneficios».

Sin embargo, el barómetro también evidencia los problemas estructurales que enfrenta el sector. A escala europea, los conductores señalan dos cuestiones clave que dificultan la atracción y retención de personal: la falta de áreas de descanso equipadas y seguras (90%) y el mal trato recibido en los puntos de entrega (85%). En algunos países, surgen matices: en España, por ejemplo, el principal problema es «la prolongada ausencia del hogar», y en Italia, los «salarios bajos» adquieren una relevancia mayor que en otros Estados.

En el caso de Francia, los datos permiten un análisis más desglosado por género. Tanto hombres como mujeres coinciden en que la carencia de zonas seguras para estacionar es el mayor obstáculo. No obstante, «las mujeres dan más importancia a la imagen negativa de la profesión y a los elevados costes para obtener el permiso de conducción y la cualificación profesional», mientras que los hombres perciben con mayor intensidad el problema de los bajos salarios y el trato en las entregas.

Entre las posibles soluciones para revertir la escasez de conductores, tanto hombres como mujeres franceses destacan la necesidad de mejorar el acceso a zonas de descanso bien equipadas (93% de hombres y 100% de mujeres). Además, «incrementar los salarios y establecer recompensas por buen desempeño son medidas especialmente valoradas por las conductoras», en línea con tendencias ya observadas en el estudio de 2018.

Pese a los avances en satisfacción general, el informe subraya la urgencia de abordar condiciones laborales deficientes, escasa visibilidad del oficio y barreras económicas de entrada para asegurar el relevo generacional en el transporte por carretera. Un desafío clave si Europa quiere garantizar la resiliencia de su cadena logística en los próximos años.

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