La Federación Valenciana de Empresarios del Transporte y la Logística (FVET) ha presentado hoy los resultados de su encuesta anual sobre la situación del sector del transporte por carretera en la Comunidad Valenciana. Un año más, el estudio —elaborado a partir de una encuesta entre empresas asociadas a la federación— confirma las dificultades estructurales que arrastra el sector y añade un nuevo factor que ha intensificado sus efectos: el impacto de la DANA.
Según los datos recogidos, el 98,5% de los transportistas admite haberse visto afectado directa o indirectamente por las consecuencias del temporal, que obligó a detener operativas, cerró rutas logísticas clave y provocó daños en vehículos, instalaciones y mercancías. Lo más alarmante es que el 45,1% de los afectados asegura que, a día de hoy, aún no ha podido retomar la normalidad. Además, el 44% de las empresas afectadas todavía no ha recibido la indemnización del Consorcio de Compensación de Seguros, lo que agrava aún más su situación económica.
«La DANA ha puesto en evidencia, una vez más, la fragilidad de nuestras infraestructuras logísticas frente a fenómenos climáticos extremos. La respuesta institucional ha sido insuficiente y las empresas, como siempre, han tenido que afrontar las consecuencias sin apenas respaldo«, ha señalado el presidente de FVET, Carlos Prades.
Desde FVET se reclama una hoja de ruta con objetivos adaptados a las circunstancias excepcionales de las empresas valencianas que todavía no han conseguido recuperar su plena actividad tras los efectos del temporal. «El transporte ha contribuido a la recuperación en los momentos más difíciles como en la pandemia o tras el temporal y ahora la situación crítica la están sufriendo nuestras empresas, hay que buscar soluciones reales y viables para el sector y que lleguen las indemnizaciones y las ayudas lo antes posible».
La falta de chóferes, el precio del combustible y los bajos precios, principales problemas del sector
El informe de FVET recoge además los principales problemas que afectan a las empresas de transporte por carretera en estos momentos. El 79,6% de los empresarios señala la falta de chóferes como la principal amenaza para la actividad. Le siguen los bajos precios del transporte (57,1%) -que presionan a la baja los márgenes del sector- y el incremento de los costes (44,9%), especialmente en vehículos, talleres, seguros, costes laborales y otros suministros, entre otros.
Otros factores señalados en este estudio son la problemática laboral y el absentismo (38,8%), los plazos de pago demasiado largos (22,4%) y la elevada fiscalidad (20,4%). «La realidad es que llevamos años acumulando dificultades sin que se adopten soluciones estructurales. La DANA no ha hecho más que agravar una situación ya de por sí complicada», añade Prades.
Descarbonización: el 85,9% de los transportistas considera que el sector no está preparado
Preguntados por la capacidad del sector para adaptarse a los objetivos europeos de reducción de emisiones, el 86% de los encuestados considera que el transporte por carretera no puede asumir las exigencias de descarbonización por falta de:
- Ayudas para la renovación de flotas (66%).
- Precios más competitivos para poder rentabilizar la operativa con vehículos más sostenibles (62%).
- Un periodo de transición más amplio para amortizar inversiones (45%).
- Y más puntos de carga y repostaje alternativo (37%).
«Queremos avanzar hacia un transporte más limpio y eficiente, pero no podemos hacerlo sin las herramientas necesarias. Esta transformación requiere inversión y acompañamiento por parte de las Administraciones», indica el presidente de FVET.
Expectativas moderadas para el cierre del año
Los resultados del estudio presentado por Prades junto a Juan Ortega y Carlos García, vicepresidente y secretario general de FEVET respectivamente, desgranan también las previsiones de crecimiento para este año. De cara al segundo semestre de 2025, el sector mantiene una visión moderadamente optimista: la mayoría de las empresas sitúa sus expectativas de negocio entre el 5 y el 6 sobre 10, aunque solo un 30% cree que su rentabilidad mejorará.
«Las empresas están agotadas. Han afrontado una pandemia, una crisis energética, el impacto de la inflación, movilizaciones, y ahora fenómenos extremos como la DANA. Todo esto sin una respuesta clara, ni ayudas directas, ni mejoras en infraestructuras básicas como las áreas de descanso o el funcionamiento de las ITV», concluye Prades.
Desde FVET se reclama, una vez más, una estrategia integral que contemple medidas a corto, medio y largo plazo, que asegure la viabilidad de un sector que es esencial para el conjunto de la economía.