La peste porcina africana obliga a extremar las precauciones en el transporte por carretera en el área de Barcelona

La declaración de un foco de peste porcina africana (PPA) en la conurbación de Barcelona ha activado medidas excepcionales de control que afectan de forma directa al movimiento de animales y productos de origen porcino, y de manera indirecta a la actividad de transporte por carretera ligada al sector ganadero. La resolución ARP74435/2025, de 29 de noviembre, del Departament d’Agricultura, Ramaderia, Pesca i Alimentació, establece una zona infectada y una amplia zona de vigilancia con restricciones específicas.

Un foco de PPA en la conurbación de Barcelona

Según la resolución, la zona infectada incluye municipios clave del Vallès Occidental, como Sabadell, Terrassa, Rubí, Cerdanyola del Vallès, Sant Cugat del Vallès, Santa Perpètua de Mogoda, Montcada i Reixac o Barberà del Vallès, entre otros.

Además, se delimita una zona de vigilancia que abarca 67 municipios repartidos por diversas comarcas: Alt Penedès, Anoia, Bages, Baix Llobregat, Barcelonès, Maresme, Vallès Occidental y Vallès Oriental, incluyendo también la ciudad de Barcelona y buena parte de su periferia industrial y logística.

Esta amplia área coincide con uno de los principales corredores de transporte de mercancías por carretera de Cataluña, donde operan numerosas empresas de logística, distribución alimentaria y transporte de animales vivos.

Zona infectada: máximas restricciones

En la zona infectada se establece la prohibición de entrada y salida de porcino doméstico, así como del movimiento de productos, material genético y subproductos de origen porcino, salvo autorización expresa de la autoridad competente.

Asimismo, se ordenan inspecciones en todas las explotaciones porcinas, toma de muestras y la aplicación de medidas de bioseguridad reforzada. Se restringen los accesos al área afectada y se prohíben las actividades de caza, trabajos forestales y actividades de ocio en el medio natural por motivos de bioseguridad.

Para las empresas vinculadas al transporte de ganado porcino o de productos cárnicos de origen porcino, estas medidas suponen controles adicionales, posibles desvíos de ruta y la obligación de coordinar cada movimiento con la administración.

Zona de vigilancia: control reforzado y seguimiento

En la zona de vigilancia se intensifica la vigilancia pasiva y activa tanto en explotaciones como en jabalíes, se obliga a aplicar bioseguridad reforzada en todas las explotaciones porcinas y se exige la comunicación inmediata de cualquier mortalidad de jabalíes a los servicios veterinarios oficiales.

También se contemplan restricciones de acceso y limitaciones a la caza y a determinadas actividades de ocio en el medio natural, con el objetivo de reducir el riesgo de difusión del virus.

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