La vicepresidenta de la Comisión Europea para Empleo y Competencias, Roxana Mînzatu, ha puesto sobre la mesa un problema que afecta de forma directa al transporte de mercancías por carretera: la escasez de aparcamientos seguros para camiones en toda la Unión Europea. Durante una visita a varias áreas de estacionamiento en Bélgica, la comisaria pudo comprobar de primera mano la enorme disparidad en las condiciones de estas instalaciones, que van desde modelos de referencia internacional hasta espacios carentes de los servicios más básicos.
El recorrido, promovido por la IRU y coordinado junto a la Federación Europea de Trabajadores del Transporte (ETF) y la European Secure Parking Organisation (ESPORG), coincide con un momento clave en Bruselas: la negociación del próximo presupuesto comunitario.
Un déficit estructural que amenaza al transporte europeo
Según un estudio financiado por la propia Comisión, la UE cuenta con alrededor de 380.000 plazas de aparcamiento para camiones, de las que solo 4.943 están certificadas como seguras. La brecha es alarmante: faltan más de 390.000 espacios, una cifra que podría elevarse hasta 483.000 en 2040 si no se actúa con rapidez. Las zonas más afectadas son Francia, Alemania, los países del Benelux, España, Italia y Europa Central.
Mînzatu subrayó que “el aparcamiento seguro no es solo una cuestión logística, sino una garantía de dignidad, seguridad y respeto para los conductores”. A su juicio, invertir en áreas adecuadas no solo mejora el atractivo de la profesión y ayuda a paliar la escasez de conductores, sino que también refuerza al transporte por carretera como columna vertebral de la economía europea.
Consecuencias para conductores y cadenas de suministro
La falta de infraestructuras seguras no es un problema menor. Tal y como destacó la IRU, los conductores europeos sufren a diario condiciones de trabajo inseguras, mayores niveles de estrés y una merma en su dignidad profesional por la ausencia de instalaciones adecuadas. Esta situación se traduce en un obstáculo adicional para atraer y retener personal en un sector ya tensionado por la falta de mano de obra.
La directora de Incidencia de IRU en la UE, Raluca Marian, ilustró la magnitud del problema: “El contraste que vimos en Bélgica, entre un aparcamiento de referencia y otro muy deficiente, refleja lo que afrontan los conductores cada día en toda Europa”. Marian advirtió además que “esto no es un problema local, es una crisis europea” y pidió a la Comisión y a los Estados miembros priorizar la planificación y el despliegue de aparcamientos seguros, especialmente en los corredores más congestionados del continente.
Flandes, un ejemplo de urgencia
La visita incluyó también un encuentro en el área de Jabbeke, en Flandes, región estratégica por la confluencia del puerto de Zeebrugge y varios corredores europeos. Allí se destacó la necesidad de que las autoridades flamencas continúen apostando por infraestructuras críticas para garantizar la seguridad y la eficiencia del transporte internacional.
El reto de la ejecución
En los últimos años, la Comisión Europea ha habilitado 750 millones de euros a través del Mecanismo Conectar Europa para el desarrollo y modernización de áreas de estacionamiento. Sin embargo, los proyectos se ven bloqueados en muchos casos por trabas administrativas, lentitud en la concesión de permisos o reticencias locales, lo que impide transformar en realidades las inversiones ya disponibles.
El mensaje final de la delegación fue inequívoco: los aparcamientos seguros para camiones deben convertirse en una prioridad de inversión en el próximo ciclo presupuestario de la UE, así como en los planes de cada Estado miembro. La seguridad vial, la competitividad logística y la dignidad de los conductores profesionales dependen de ello.