Este pasado viernes 1 de agosto a las 5:45 horas fue abierto al tráfico el segundo tubo del túnel de Fréjus, tras su inauguración oficial el pasado lunes 28 de julio en presencia de Philippe Tabarot, ministro francés de Transportes, y de Matteo Salvini, vicepresidente del Consejo y ministro italiano de Infraestructuras y Transportes.
Este hito marca el final de más de dos décadas de estudios, procedimientos y obras en una de las infraestructuras más estratégicas del cruce alpino entre Francia e Italia. El proyecto, con una inversión de 700 millones de euros, no tiene como objetivo aumentar la capacidad de tráfico, sino mejorar de forma sustancial la seguridad y modernizar este paso clave en el eje europeo este-oeste.
Desde ahora, el nuevo tubo acoge la única vía de circulación en sentido Italia-Francia, mientras que el sentido Francia-Italia seguirá operando por el primer tubo, también con un único carril. Esta separación de flujos elimina el riesgo de colisiones frontales y permite una gestión más eficaz en situaciones de emergencia.
Una de las principales innovaciones del proyecto es su sistema de ventilación inteligente. En caso de incendio, los humos serán dirigidos automáticamente hacia el tubo en el que ya no haya vehículos, reduciendo los riesgos para los ocupantes y facilitando las tareas de evacuación.
Además, el túnel incorpora un puesto de control centralizado de última generación, situado en el lado italiano, desde el que se gestionan la ventilación, la señalización y los sistemas de seguridad de ambos tubos (G1 y G2). Esta sala de control binacional garantiza una respuesta rápida y coordinada en caso de incidentes.
Para reforzar la seguridad de los usuarios, se han construido 34 refugios peatonales (18 en Francia y 16 en Italia), distribuidos cada 350-400 metros y accesibles desde ambos tubos. En caso de accidente o incendio, estos refugios permiten una evacuación rápida y segura de los viajeros no afectados directamente por el suceso.
Asimismo, la galería dispone de 9 pasos de emergencia transitables para vehículos (5 en Italia y 4 en Francia), diseñados específicamente para facilitar el acceso de los equipos de emergencia.
Desde el punto de vista técnico, el túnel también cuenta con 6 estaciones técnicas subterráneas para gestionar y controlar el funcionamiento de los equipos de ambas galerías. La ventilación longitudinal de la galería G2 está asegurada por aceleradores en la bóveda, complementados por dos estaciones de extracción masiva que permiten evacuar rápidamente los humos en situaciones críticas.
En cuanto a las dimensiones, el nuevo tubo tiene una longitud de 12,9 kilómetros, un diámetro interior de 8 metros y una anchura de carril de 3,50 metros, lo que permite una circulación fluida, pero controlada.