Camiones autónomos frente a la escasez de conductores: ¿una solución viable antes de 2030?

La escasez de conductores profesionales continúa agravándose a nivel mundial, afectando de forma directa al sector del transporte de mercancías por carretera. Según datos de la IRU, en 36 países que representan el 70 % del PIB global, existen actualmente 3,6 millones de vacantes sin cubrir para conductores de camión.

Este problema no es coyuntural, sino estructural y demográfico. Los conductores menores de 25 años apenas representan el 6,5 % de la fuerza laboral, mientras que los mayores de 55 años suponen el 31,6 %. En los próximos cinco años, se estima que 3,4 millones de profesionales se jubilarán en los países analizados, lo que plantea un desafío de gran calado para la continuidad operativa del transporte.

Frente a este panorama, la industria comienza a mirar con interés hacia las soluciones autónomas. Hablamos con Peter Hafmar, vicepresidente y responsable de la División de Soluciones Autónomas de Scania, miembro de la IRU, quien aporta una visión técnica y estratégica del momento actual.

Tecnología para atajar un problema global

“La escasez de conductores es uno de los mayores retos del transporte. Está afectando directamente a nuestros clientes y a nuestras propias operaciones logísticas,” afirma Hafmar. La situación podría llegar a un punto crítico en esta misma década, con consecuencias directas en la cadena de suministro. Industria, comercio electrónico y otros sectores sensibles al tiempo y al coste podrían verse gravemente afectados por los retrasos y el aumento de precios.

Durante la pandemia de COVID-19 ya se evidenciaron estas vulnerabilidades. “Tuvimos dificultades para entregar camiones a nuestros clientes europeos por la falta de conductores en las empresas de transporte,” recuerda Hafmar. En sectores como la minería, donde las explotaciones se ubican en zonas remotas, reclutar personal cualificado como conductores es una preocupación constante, sumada al riesgo que implica la alta rotación y la presencia de maquinaria pesada.

Autonomía en vías públicas y zonas confinadas

Scania ha comenzado a aplicar soluciones autónomas en zonas confinadas, como minas, y desarrolla actualmente tecnología de autonomía de nivel 4 en autopistas de Suecia y Alemania, con vistas a iniciar operaciones comerciales en los próximos años. “Nuestro enfoque se centra en rutas repetitivas de alto volumen y en zonas donde la autonomía puede aportar más valor,” explica Hafmar.

La autonomía de nivel 4 permite que el vehículo circule sin conductor bajo condiciones específicas y programadas, mientras que fuera de ese contexto seguirá siendo necesaria la intervención humana. En este modelo híbrido, los conductores continuarán siendo esenciales para la última milla, transporte de mercancías peligrosas y rutas complejas.

¿Y el nivel 5?

Hafmar es claro al respecto: “El nivel 5, en el que el sistema opera de forma completamente autónoma en todas las condiciones, aún está muy lejos.”

Mientras tanto, el uso más prometedor está en las rutas terminal a terminal, donde los conductores se enfrentan a jornadas largas, atascos y ausencias prolongadas de sus hogares. En estos casos, la automatización no solo tiene sentido económico, sino también humano.

Transición y acompañamiento

Scania trabaja en estrecha colaboración con la IRU en esta transición tecnológica. “Todo comienza con la formación y el intercambio de información. Es esencial crear un entorno donde se escuchen preocupaciones y se resuelvan dudas,” concluye Hafmar.

La planificación cuidadosa será clave para maximizar los beneficios de la automatización: mayor eficiencia logística, mejoras en la seguridad vial y mejores condiciones laborales para los profesionales del sector.

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